- LOCE:
REAL DECRETO 830/2003, DE 27 DE JUNIO POR
EL QUE SE ESTABLECEN LAS ENSEÑANZAS COMUNES DE LA EDUCACIÓN
PRIMARIA
Según establece la Ley Orgánica 10/2002,
de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación, en su artículo
octavo, apartado segundo, corresponde al Gobierno fijar las enseñanzas
comunes, que son los elementos básicos del currículo,
en cuanto a los objetivos, contenidos y criterios de evaluación.
La fijación de estas enseñanzas es,
en todo caso y por su propia naturaleza, competencia exclusiva
del Estado, de acuerdo con lo previsto por la Ley Orgánica
8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación,
en su disposición adicional primera, dos, letra c) y a
tenor de la disposición final tercera, dos, de la Ley Orgánica
10/2002 de 23 de diciembre.
La finalidad de estas enseñanzas comunes
y razón de ser de la competencia que corresponde en exclusiva
al Estado para fijarlas, es garantizar una formación común
a todos los alumnos dentro del sistema educativo español,
como se expresa en el artículo octavo, apartado segundo,
de la referida Ley Orgánica 10/2002.
Para asegurar el logro de esta finalidad, las enseñanzas
comunes han de quedar incluidas, en sus propios términos,
en el currículo que cada una de las Administraciones educativas
establezca para su respectivo territorio y a su impartición
ha de dedicarse, en todo caso, de acuerdo con lo determinado en
la propia Ley Orgánica 10/2002, en su artículo octavo,
dos, el cincuenta y cinco por ciento de los horarios escolares
en las Comunidades Autónomas que tengan, junto a la castellana,
otra lengua propia cooficial, y el sesenta y cinco por ciento
en el caso de aquéllas que no la tengan.
A estas exigencias, impuestas por la propia finalidad
de las enseñanzas comunes, obedece la fijación que,
de los objetivos, contenidos, criterios de evaluación y
horarios, de las correspondientes al nivel de Educación
Primaria, se lleva a cabo en el presente Real Decreto.
La Sociedad de nuestros días se caracteriza
por su gran complejidad y por sus avances científicos y
tecnológicos. La escuela del siglo XXI no debe ser ajena
a los desafíos del presente y, por ello, debe responder
a las expectativas de los ciudadanos con una educación
de calidad para todos, que les será útil a lo largo
de toda la vida, permitiéndoles afrontar los retos del
nuevo contexto social.
Al establecer las enseñanzas comunes de
la Educación Primaria se ha tenido en cuenta no sólo
las necesidades sociales, sino también las características
evolutivas de las distintas edades y las pautas que rigen el aprendizaje
en esta etapa de la vida.
El conocimiento de estas características
ha servido para determinar los objetivos, los medios y las formas
de aprender más adecuados a cada nivel para alcanzar los
fines propuestos. Las enseñanzas comunes no deben limitarse
a la adquisición de conocimientos, sino que han de proponer
también una educación que contribuya al desarrollo
integral de 2 todas las capacidades. Todo ello exige dotar al
currículo de una gran riqueza y variedad de contenidos.
En las áreas, se desarrollan contenidos de carácter
instrumental, lingüístico, científico, tecnológico,
estético, así como los valores que deberán
servir de referencia para la formación integral de los
alumnos.
Las enseñanzas comunes deben asegurar una
educación que facilite a los alumnos el desarrollo de su
personalidad y de su capacidad mental y física, cualesquiera
que sean sus condiciones personales y sociales, partiendo de la
escuela como centro de cultura y espacio de compensación
de diferencias asociadas a factores de origen económico
y social.
Por otra parte, el hecho de ser enseñanzas
comunes a todos los españoles favorecerá su entendimiento
y convivencia en torno a valores compartidos y facilitará
la continuidad, progresión y coherencia del aprendizaje
en caso de desplazamiento dentro del territorio nacional.
Para dar una repuesta educativa al alumnado del
nivel de Educación Primaria, tomando como referencia los
objetivos generales, las enseñanzas comunes se diversifican
en objetivos específicos de cada área así
como en contenidos y criterios de evaluación secuenciados
en los tres ciclos, de forma que exista un mayor grado de concreción
y se consiga una mayor adecuación a los fines que se pretenden.
En estas enseñanzas, destaca el papel fundamental que adquiere
la comprensión lectora. Se considera un contenido con valor
propio, pues se utiliza en todas las áreas y en todos los
cursos, contemplándose como un proceso inacabado a lo largo
de toda la Educación Primaria, que deberá tener
su continuidad en la Educación Secundaria Obligatoria.
La lectura deberá, por tanto, estimularse y ser llevada
a cabo por todos los profesores que intervienen en el proceso
educativo, desarrollando estrategias y técnicas eficaces
de compresión lectora como forma de acceso a la información,
al conocimiento y al deleite.
El aprendizaje de lenguas extranjeras, cuya enseñanza
se adelanta al primer ciclo de Educación Primaria, dará
respuesta a una necesidad prioritaria de comunicación y
de entendimiento entre culturas diferentes, así como a
la movilidad de los ciudadanos en el espacio común que
comparten dentro de la Unión Europea. Del mismo modo, las
Tecnologías de la Información y de la Comunicación
están conformando unas transformaciones profundas en la
sociedad actual.
Así, la información aparece como elemento clave,
aglutinador y creador de la Sociedad de la Información,
abanderando una serie de cambios que configuran esta nueva sociedad.
La Sociedad del Conocimiento muestra que los procesos de aprendizaje
son el factor más importante en la educación, y
de ellos nace la capacidad de generar nuevos conocimientos en
cualquier ámbito del saber.
Este concepto hace necesario que la introducción de las
Tecnologías de la Información y de la Comunicación
en la educación, se base en cambios de la metodología
y de los contenidos.
En línea con la denominada e-Europe se pretende
conseguir que las nuevas generaciones obtengan el máximo
provecho de los cambios que está produciendo la Sociedad
de la Información, introduciendo Internet y las herramientas
multimedia en los centros educativos, para adaptar la educación
a la era digital. Para ello, se deberá garantizar a todos
los alumnos la posibilidad de adquirir una cultura básica
digital antes de finalizar el nivel de Primaria.
En consecuencia, los alumnos de Educación
Primaria deberán en el primer ciclo: conocer el uso del
ordenador y utilizarlo como recurso didáctico; en el segundo
ciclo, utilizar Internet como recurso didáctico y realizar
un proyecto con el uso de las Tecnologías de la Información
y de la Comunicación y en el tercer ciclo, dominar las
herramientas de la comunicación de las TIC y realizar un
proyecto en grupo con las Tecnologías de la Información
y de la Comunicación.
Los valores que han de estar presentes a lo largo
de toda la vida educativa son el respeto a los principios democráticos,
a los derechos y libertades fundamentales y todos aquellos que
cumplan las exigencias individuales de una vida en común,
educando en la sensibilidad y en la tolerancia. Las enseñanzas
de Sociedad, Cultura y Religión, correspondientes a las
opciones confesional y no confesional, se desarrollarán
con estricto respeto a la Constitución Española.
Los objetivos y contenidos generales se establecen
en el presente Real Decreto sin perjuicio de la competencia correspondiente
para la determinación del currículo de la opción
confesional. La educación deberá ser una actividad
planificada, que se llevará a cabo en un clima escolar
ordenado, afectuoso y a la vez exigente, con expectativas y actitudes
positivas por parte del maestro, donde se valore el esfuerzo,
ya que sin él no es posible el aprendizaje, y se potencie
la responsabilidad del alumno.
La escuela debe ser un lugar en que se favorezca
el desarrollo tanto de las habilidades sociales y de los hábitos
de trabajo responsable como de la autonomía, la imaginación,
la creatividad y la capacidad para afrontar nuevas situaciones.
Por la forma en que el alumno de Educación Primaria accede
al conocimiento, se hace necesaria la coordinación de las
diferentes áreas. La interdisciplinariedad debe aplicarse
progresivamente a lo largo del tercer ciclo.
Desde el aula, se favorecerá la implicación
del alumno y el continuo desarrollo de una inquietud por la búsqueda
activa, por la investigación, por la organización,
por la autonomía y por el trabajo en equipo.
Los criterios de evaluación que se formulan
establecen el grado de aprendizaje que deben alcanzar los alumnos
al finalizar los ciclos, respecto de las capacidades fijadas en
los objetivos específicos de cada área, así
como en los contenidos.