Finalidades y tipología
En la actualidad se plantea una triple función social del periodista:
-
Informar: difundir noticias
para informar a los lectores de manera clara, precisa, directa y completa.
-
Formar: recoger y difundir los
logros de la especie humana para elevar el nivel cultural de la población.
- Entretener: Cubrir el tiempo de ocio de los lectores con informaciones carentes de profundidad que ayuden a aliviar la tensión y contribuyan a su esparcimiento.
![]() Estas acciones a veces poco tienen que ver con la práctica "real" de la profesión: los periodistas buscan acontecimientos, los registran y los interpretan, de acuerdo a la estructura impuesta por los medios -representados por directores, editores, etc.- que, a su vez, organizan globalmente la información, de acuerdo a intereses políticos y/o económicos: no se conoce un medio de comunicación que perdure sólo con la intención de "informar objetiva, veraz y oportunamente" a su público. |
Los periódicos y las revistas son el resultado final de un complejo trabajo en equipo. Es necesario contar con una organización que presente unas dimensiones variables en función del tipo de prensa del que se trate. Estas organizaciones pueden:
a.- Formar parte de empresas privadas que pretenden obtener un beneficio económico con la edición de estos productos informativos.
b.- Formar parte de otras instituciones de carácter público que persiguen satisfacer las necesidades informativas de la sociedad.
El tamaño de estas organizaciones es mayor o menor según los objetivos y las características del periódico o revista. Los periódicos de información general con gran difusión (por ejemplo El País, ABC, El Mundo, etc.) pueden integrar organizaciones con más de un centenar de trabajadores.
Las organizaciones proporcionan los bienes económicos (dinero), elementos materiales (tecnología, instalaciones) y personales (trabajadores) necesarios para producir y difundir la prensa.
Se requiere, por tanto, desarrollar una serie de trabajos de distinta naturaleza: periodísticos, comerciales, técnicos, administrativos, etc. para que la publicación pueda llegar al lector. La dirección del medio se encarga de distribuir todos estos trabajos entre los profesionales más adecuados para obtener la mayor eficacia posible en su tarea.
La dirección organiza el trabajo del equipo distribuyendo todas las funciones requeridas. El principal responsable de la publicación es el Director que nombra a sus colaboradores más directos que son los directores adjuntos y subdirectores que también se encargan de la coordinación, o de nombrar a coordinadores, y de tomar las decisiones de mayor responsabilidad.
Cada una de las secciones del periódico está dirigida por un profesional: el redactor jefe de cultura, de nacional, de internacional, de deportes, cierre, diseño, etc. Dentro de cada sección trabajan una serie de redactores o periodistas. De esta forma se van creando distintos equipos de trabajo, cada uno con sus propias funciones pero todos ellos coordinados para lograr el objetivo final: la elaboración del periódico o la revista.
Existen otros departamentos que desarrollan otras muchas tareas no periodísticas pero igualmente necesarias. Por ejemplo, las dedicadas al marketing (la promoción), la distribución, la publicidad, los recursos humanos, la administración, la gerencia o los talleres (rotativas).
Por su parte E. Dovifat establece tres características que definen la función de los periódicos:
La periodicidad viene dada por la regularidad con la que se publica el periódico. E. Dovifat afirma que un periódico debe aparece con "una regularidad de períodos tan cortos como lo permita la técnica de las noticias, la reproducción y la eficacia". Se puede decir que este rasgo viene condicionado por las necesidades del público lo que significa "andar al compás" de la sociedad de cada momento y cada situación histórica.
no puede considerarse un periódico. E. Dovifat apunta en este sentido a "la posibilidad de alcanzar una mayor difusión, de tender a la expansión, a ensanchar campos de circulación, sus zonas de venta", en definitiva de aumentar el número de lectores.
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Sin embargo, cuando
utilizamos el término "prensa" nos estamos refiriendo
a un conjunto muy amplio y heterogéneo de productos informativos
ya que, aún respetando los tres rasgos mencionados, cada publicación
se refiere a un ámbito específico de la realidad e intenta
tener una personalidad y estilo propio que le identifique y diferencie
del resto.
Resulta por ello útil establecer una clasificación
que agrupe estos productos en función de unos criterios específicos:
Según la periodicidad con
que aparecen las publicaciones podemos encontrar publicaciones con periodicidad
diaria y con periodicidad no diaria.
En el grupo de publicaciones con periodicidad diaria (de mañana
o tarde) se encontrarían la mayoría de los periódicos
que conocemos, algunos boletines informativos, etc.
Las publicaciones periódicas no diarias abarcan una gran variedad
de tipos de prensa. Si atendemos a su periodicidad podríamos agruparlas
en semanales, quincenales, mensuales, bimensuales, trimestrales, semestrales,
anuales, etc. Son publicaciones que tratan de ir más allá
de la información puntual e inmediata, abordando en profundidad
temas de actualidad.
El período de aparición determina el ritmo de trabajo de
los medios de comunicación y de los periodistas, así como
el ritmo con que se suministra la información al público.
La periodicidad con que aparece una publicación es decisión
de sus promotores o propietarios en función de la demanda de los
lectores a los que pretenden satisfacer.
Otro criterio que podemos aplicar para
establecer nuevos grupos o categorías de prensa es el de la temática
de sus contenidos. Nos referimos a las publicaciones de información
general y a las de información especializada.
Las publicaciones de información general pretenden ofrecer a sus
lectores aquellas noticias de actualidad más relevantes que han
tenido lugar en el mundo. Cada diario ofrece su propia selección
y tratamiento de estas informaciones en función de los intereses
de su público. Se puede comprobar las diferencias al analizar
los contenidos de un periódico de Nueva York, de Berlín,
Londres o París y el periódico con mayor difusión
de una Comunidad Autónoma española. Es posible que coincidan
algunas noticias de interés general de ámbito internacional,
pero el resto de páginas recogen realidades diferentes.
La pretensión de un periódico de información general
es satisfacer el mayor número de necesidades informativas diarias
que puedan tener sus lectores. El público de los diarios de información
general tiene algunas características específicas: se trata
de un público masivo (puede ser más o menos numeroso según
el éxito alcanzado) y heterogéneo, es decir, cada uno tiene
sus propias necesidades e inquietudes. El periódico trata de recoger
el mayor número de temas posibles que puedan responder a esas inquietudes.
La gran dimensión de esta tarea determina el elevado coste que
supone el realizar cada día un periódico de información
general. Se requiere una inversión económica significativa
y un importante equipo de trabajo que sea capaz de elaborar el producto.
El diario de información general se estructura en secciones.
Es la fórmula que se adopta para clasificar las noticias seleccionadas
de la actualidad en función de sus contenidos y temática.
Las secciones constituyen una herramienta valiosa para facilitar la lectura
de la actualidad. La intención es satisfacer los intereses de los
lectores para que puedan encontrar las noticias agrupadas por temas y,
en cierto modo, contextualizadas. Cada periódico organiza sus propias
secciones, según su manera de interpretar la realidad y los intereses
de su público. La estructura de secciones marca en gran medida
la especialización de los periodistas y los distintos equipos de
trabajo que se forman en la redacción.
Con las publicaciones de información especializada se pretenden
alcanzar públicos quizá menos numerosos pero más
homogéneos mediante contenidos que atraigan y satisfagan sus intereses.
Dentro de este tipo de publicaciones podríamos determinar infinidad
de categorías en función del grado de especialización:
deportivas, científicas, juveniles, del corazón, económicas,
musicales, médicas, científicas, etc. El grado de especialización
ha ido aumentando a lo largo de las últimas décadas en esa
búsqueda de públicos más homogéneos que resulten
interesantes a los anunciantes.
El tipo de información se asocia con cierto grado de especialización.
Existen algunos casos de información general (por ejemplo, algunas
revistas semanales como Interviú, Cambio 16 o Tiempo) pero la mayor
parte de estas publicaciones están dirigidas a públicos
más o menos precisos. El grado de especialización que la
publicación puede adoptar es amplísimo. Por ejemplo, se
puede optar por segmentar a los lectores en función de:
Hombre:
Man
Men´s Health
Telva
Hola
Marie Claire
Muy Saludable
Caracola, (infantil
Diario Médico
Mundo Electrónico
Revista española de Fast Food
Car and Driver (motor)
Música Sí (música)
Bricomanía (decoración)
Gigantes del Basket (deporte)
Fotograma (fotografía)
Gaceta Universitaria (universitario
Este tipo de publicaciones tiene generalmente una doble vía de
obtención de ingresos económicos: los ingresos que proporciona
la publicidad de los anunciantes y el precio que paga el lector por el
ejemplar. Veremos también, en el siguiente apartado, que algunas
son totalmente gratuitas para el lector.
Las publicaciones carácter especializado (normalmente no diarias)
no compiten con las publicaciones de información general en número
de lectores. Generalmente sus cifras de lectores son inferiores pero ofrecen
grupos de público que resultan muy atractivos para determinados
anunciantes. Así, se especializan en contenidos, en público
e incluso en mercado publicitario.
Para elaborar estas publicaciones los periodistas también necesitan
una especialización con el fin de poder ofrecer un tratamiento
adecuado a esas informaciones. La periodicidad elegida por la publicación
debe responder a la demanda de sus lectores y al ritmo con que se genera
ese tipo de información.
En muchos casos una misma empresa informativa edita varias de estas publicaciones.
Hay grupos especializados en desarrollar revistas de motor, de deportes,
de decoración, etc., con contenidos muy diversos entre sí.
En definitiva, el periodista se ve obligado a adaptar su trabajo al tipo
de organización en que se encuentra y a la periodicidad de la publicación. Según la forma de contar la realidad, los
diarios se pueden diferenciar en periódicos informativos
que intentan aportar el máximo de información ordenada y
clasificada en secciones, periódicos sensacionalistas en
los que predomina la opinión sobre la información (se dirige
a los sentimientos y emociones que interesan al lector) y los periódicos
sensacionalistas-informativos que combinan las dos formas anteriores.
En función de la forma de pago del lector
se puede hablar de publicaciones de pago y publicaciones gratuitas.
Este último tipo de prensa ha ido adquiriendo una importancia creciente
en los últimos años. Los anunciantes son los que deben proporcionar
los ingresos suficientes, mediante el pago por espacio publicitario, para
que la empresa editora obtenga beneficios económicos con la publicación.
También existen publicaciones gratuitas sin publicidad cuando son
financiadas por alguna institución pública, por ejemplo
revistas de los ayuntamientos, de ONGs, etc.
La prensa gratuita surgió con la intención de llegar a públicos
homogéneos muy apetecidos por los anunciantes. Así comienzan
a surgir periódicos de carácter gratuito dirigidos a distintos
colectivos con ciertos niveles de especialización en sus contenidos:
estudiantes, vecinos de determinados barrios, profesionales, etc.
Dentro de la prensa gratuita el nivel de calidad informativa resulta muy
variable. Existen periódicos gratuitos que no renuncian a ofrecer
contenidos informativos de calidad elaborados por periodistas profesionales
y otros que se limitan a acompañar la publicidad con algunos textos
de dudoso interés para el lector. Los periódicos gratuitos
realizados con rigor tienen muchas más posibilidades de satisfacer
a los lectores e incluso de generar audiencias
con fidelidad hacia la publicación. Esto repercute, sin lugar a
dudas, en la eficacia publicitaria de sus anuncios y, finalmente, en sus
resultados económicos.
Los periódicos gratuitos dedican a la publicidad un espacio mayor
del que encontramos en los periódicos que exigen un pago por parte
del lector. Aprovechan esa gratuidad para exponer al lector a un mayor
número de impactos publicitarios.
En nuestro país esta prensa ha sido acogida por los diarios tradicionales
como una amenaza ante el temor de que se reduzcan sus ventas. Al margen
de las polémicas, han alcanzado cifras de audiencia que sobrepasan
ya el medio millón de lectores. Tienen menos páginas que
los diarios de pago y un número limitado de informaciones propias
(muchos de sus contenidos se basan en informaciones de agencia)
pero satisfacen las demandas informativas de un número muy amplio
de lectores por utilizar recursos muy visuales. Son una prensa de consumo
fácil y rápido.
En la actualidad vemos que en España irrumpen con fuerza un nuevo
tipo de periódicos gratuitos que tienen una periodicidad diaria
(los días laborables) y ofrecen información de carácter
general. Este tipo de periódicos triunfan ya en muchas capitales
de Europa y EEUU alcanzando cifras de audiencia muy elevadas. Madrid y
Barcelona (Metro y 20 Minutos) ya cuentan con estos periódicos
que tratan de captar un público heterogéneo y amplio que
se demuestra reacio a pagar por leer un diario.
La prensa gratuita se caracteriza por buscar vías de distribución
alternativas a las de las publicaciones de pago, por lo que establecen
sus propios puntos de distribución adaptándose a los hábitos
de su público objetivo.
Además, para que sean rentables, al depender exclusivamente de
los ingresos publicitarios, se requiere un control importante de los costes
en la elaboración del producto informativo. Así pues, la
mayor parte de estas publicaciones tienen una plantilla de personal reducida
y tratan de optimizar al máximo los recursos disponibles.
Por último, según el soporte podemos
distinguir entre publicaciones impresas y publicaciones electrónicas.
Cada una de ellas con sus propias características determinadas
en gran parte por el medio por el cual se difunden.
La gran ventaja de las publicaciones electrónicas es su fácil
difusión al no requerir una distribución física como
sí sucede con las impresas. Además tienen una enorme capacidad
para almacenar un gran volumen de información, la búsqueda
automática y la actualización constante de la noticia. La
inmediatez que aporta Internet es una de las principales claves para este
tipo de periódicos y de momento son complementarios con los de
papel.
Los periódicos electrónicos no aparecen con la misma estructura
y diseño que el periódico impreso. Existen múltiples
diferencias con respecto a los contenidos y a la presentación.
Se aprecian nuevos estilos informativos, un nuevo lenguaje, lo que ha
requerido de periodistas especializados. En nuestros días, todos
los grandes periódicos del mundo tienen este servicio, que refuerza
la relación entre el lector y su periódico
En España, el primer periódico digital ha sido La estrella
digital, editado y dirigido por Pablo Sebastián, que inició
su navegación a las 23:00 horas del 9 de junio de 1998. Es un periódico
on line gratuito que elabora tres ediciones diarias de lunes a viernes.
Está estructurado como un diario tradicional de papel, con sus
secciones, su publicidad, etc. www.estrelladigital.es
Todas las categorías que hemos visto en la clasificación
son combinables. Por tanto una publicación puede ser diaria,
de información general, de pago e impresa (Por ejemplo el periódico
El Mundo reuniría estas cuatro características) o se puede
encontrar otra que sea semanal, especializada, gratuita e impresa (caso
del periódico Menos 20).
Sabías que...En el ámbito de la educación
y la pedagogía las revistas especializadas más relevantes
son:
Sabías que...El 9 de
junio de 1994, el New York Times inauguró su servicio
on line. Unos días antes lo habían hecho la revista
norteamericana Time y la revista alemana Der Spiegel.
El servicio on line consistía en recibir el periódico
en casa vía línea telefónica a un ordenador.
Por lo tanto, es esta la primera versión electrónica
del periódico impreso, en la que se sustituye el papel por
la pantalla del ordenador. Además, es suficiente un ordenador
y un módem que conecte con la línea de teléfono,
para poder acceder a las informaciones de los periódicos.