Historia > Cine Sonoro
El sonido se incorpora al cine en Estados Unidos a finales de los años 20, desencadenando un proceso de transformación industrial que acabará extendiéndose a todas las cinematografías del mundo. Entre 1926 y 1930, se resuelven los innumerables problemas técnicos que plantea la sincronización de imagen y sonido, y tambiénla amplificación del volumen a los niveles requeridos por las salas de grandes dimensiones. Pero aunque estas innovaciones prometen ser una inversión segura, todo el mundo parece estar de acuerdo en que el cine sonoro es un completo disparate.
Don Juan, 1926 El cantor de jazz. La aldea maldita. Al principio, sólo una productora menor, la WARNER BROS, mostrará interés por el cambio en su intento de competir con las grandes compañías de Hollywood, estableciendo un acuerdo comercial con la AT&T-WESTERN ELECTRIC, por el que adquiere el derecho de explotación del sistema de grabación y reproducción electrónica a través de discos fonográficos, al que denominarán Vitaphone.

Los primeros ensayos realizados en 1925, van encaminados a la grabación de breves números de variedades, cómicos o musicales que la productora ofrece, como novedad, junto con su producción de largometrajes mudos. El estreno definitivo del Vitaphone se realiza al año siguiente con la producción Don Juan (1926),con la música orquestada de la ópera de Mozart; pero será El cantor de jazz (The Jazz Singer, 1927) el primer largometraje con música y palabras.

En 1928 la FOX FILM CORPORATION adopta un sistema óptico de grabación de sonido en la cinta de celuloide, paralelo a los fotogramas. El sonido óptico acabará imponiéndose al sistema magnético. Todas la productoras se irán sumando al invento. Algunas desarrollarán sus propias patentes como la RKO en Estados Unidos y la TOBIS KLAUGFILM en Alemania.

La guerra comercial volverá a producirse durante los años 1928 a 1931 para repartirse el mercado mundial de los equipos para estudios y salas.

La implantación del cine sonoro en España no será fácil. En 1930 tan sólo se rueda una película con sonido. Durante estos años, para sonorizar las películas se recurrirá a otros países, principalmente a Francia. Curiosamente, uno de los clásicos mudos del cine español, La aldea maldita, rodada en 1929 por Florián Rey, será posteriormente sonorizada en Francia.

Con el paso de los años, la implantación del cine sonoro tendrá consecuencias beneficiosas, tanto a nivel industrial como artístico. La incorporación del sonido aportará a la narrativa cinematográfica muchos cambios revolucionarios, tanto técnicos como formales. Al principio se vuelve al "teatro filmado", en el que el ritmo de los planos, fijos y teatrales, se ven supeditados a los interminables diálogos y canciones. Aparece el género del music-hall y de la comedia musical. Pero la utilización del sonido permitirá descubrir elementos expresivos de gran eficacia y demostrará definitivamente la capacidad del cine para abordar conflictos y personajes de gran complejidad.

La diversidad idiomática dificulta la distribución internacional de las películas. Para salvar este obstáculo, las productoras filman la misma película en varios idiomas, sustituyendo a los actores y actrices, pero utilizando los mismos decorados y el mismo equipo técnico. Entonces, se le abre a la industria cinematográfica española una oportunidad de expansión a todos los países hispanohablantes, pero serán las productoras de Hollywood las que toman esta iniciativa y, a partir de este momento, comienzan a importar también, artistas y técnicos españoles con los que producirán la versión castellana de sus películas.

Capítulo 11: "Movimientos". 50´ La aldea maldita.