Antes de la guerra, en 1940, George Cukor
realiza una comedia sublime, The Philadelphia
Story. Pero el panorama cinematográfico cambia con
el ataque de la aviación japonesa al puerto de Pearl Harbour,
en 1941, que determina la entrada de Estados Unidos en el conflicto.
Los estudios de Hollywood también se suman a la contienda
y su producción cinematográfica se orienta hacia la
propaganda bélica de emergencia, y sus más importantes
creadores entran a formar parte de las fuerzas armadas. Frank Capra,
John Ford y William Wyler explican al país, a través
de sus documentales, las razones de la lucha y los métodos
estratégicos que habrán de conducir a la victoria.
Pero el grueso de la producción
de Hollywood articula esta propaganda a través de historias
de ficción, como en La señora
Miniver realizada por William Wyler
en 1942. También, la creciente influencia de la minoría
católica cristaliza con la aparición de películas
consideradas "edificantes" o de inspiración religiosa,
de las cuales, la más célebre es Qué
verde era mi valle (1941), de John
Ford.
La guerra, el espionaje y la resistencia
serán utilizados como pretextos en películas de intriga
y aventuras. Es el caso de Casablanca dirigida
en 1943 por Michael Curtiz , o el de
algunas de las películas de la primera etapa americana de
Alfred Hitchcock.
Otro extranjero afincado en Hollywood, el alemán Ernst
Lubitsch, aportará a la causa antinazi una comedia
magistral, Ser o no ser (1942).
Por otra parte, la invasión
alemana de Francia provoca la huída a América de un
importante grupo de artistas e intelectuales franceses. Entre ellos
destacan René Clair, Jean Renoir y Julien Duvivier. René
Clair dirige en 1942, Me casé
con una bruja, película que lanza a la fama a la estrella
Veronika Lake. Las obras americanas de Jean Renoir y Julien Duvivier
no brillarán a la altura de sus trabajos anteriores.
El ambiente artístico del
cine americano de estos años no es muy bueno. Los años
de la guerra cierran el período de esplendor de algunos de
los más grandes realizadores de Hollywood: Wyler, Ford y
Capra. También en estos años comienza a extinguirse
la comicidad de los hermanos Marx. Un balance negativo del que se
salva el genio excepcional de Orson Welles,
una joven promesa procedente del teatro y de la radio, que llega
a Hollywood cuando la guerra está a punto de estallar.
También existe un cine independiente
y experimental, durante y después de la guerra, y su figura
más relevante es Maya Deren.
Sus películas son provocativas y de indiscutible contribución
al lenguaje cinematográfico. Algunas son como poemas visuales,
y otras como mágicos trances oníricos. La primera
que dirige es una de las películas más famosas avant-garde,
Meshes of the afternoon, 1943, con
la que anticipa los nuevos cines de los 60s.
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Capítulo 2: Ciudadano Kane.
Capítulo 4: Casablanca.
Capítulo 6: Casablanca y Ciudadano Kane.
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