Los cineastas africanos trabajan con características similares
a las de otros países con dificultades, convulsiones y cinematografías
emergentes, pero muestran un interés especial en la búsqueda
de recursos y estilos propios para no ser una copia de los europeos
o americanos.
Egipto |
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Desde los años 40 este país ha desarrollado una potente industria que produce para todo el mundo árabe géneros populares pero también ha propiciado autores de calidad.
Yussef Chahine : el director más conocido del mundo árabe estudió en EE.UU. y empezó haciendo películas costumbristas en los 50 pero en su filmografía abundan las obras de reflexión histórica como El gorrión (1973) sobre la derrota ante Israel, La alternativa (1976) o El destino (1998) sobre el filósofo andalusí Averroes.
Senegal |
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Ousmane Sembebe está considerado como el padre del cine africano. Camp de Thiaroye (1988), Faat Kiné (2000).
Djibril Diop Mambéty: Hyenas(1992),
La niña que vendió el Sol (1999).
Mali |
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Souleymane
Cissé: El viento (1982),
Hielen (1987).
Burkina Faso |
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Idrisa Ovedraogo:
Yaaba (1989), Tilai
(1990). |