En Francia se mantienen con vitalidad
los directores veteranos (incluido Truffaut
hasta 1989), los cuales se preocupan por hacer cine de autor, referenciado
a su propio ambiente más que en asuntos globales.
Jean Luc Godard sigue siendo el más
innovador, experimentando con vídeo y cine minoritario y
marginal, siendo fiel y coherente consigo mismo, con películas
como Detective (1986), Nouvelle
Vague (1990) y Elogio del Amor
(2001). Durante los 90 ha realizado una Historia del Cine muy personal
que se puede obtener en vídeo y dvd.
Alain Resnais dirige Mon
oncle d´Amérique (1980) y la estupenda y atrevida L´amour a mort (1984), una
historia simple y una producción sobria para un testamento
espiritual insólito.
Eric Rohmer continúa sus Seis
cuentos morales (1962-1972) con dos nuevos ciclos de películas,
Comedias y proverbios y Cuentos
de las cuatro estaciones. Rohmer trabaja con presupuestos
bajos, manteniendo una fidelidad y un estilo claro y elegante admirables.
Sus películas no envejecen: Le rayon
vert (1986), L´ami de mon amie (1987), Conte d´hiver (1992)
y La inglesa y el duque, 2001.
Louis Malle realiza en CanadáAtlantic
city (1980) y en Francia la humanista Au
revoir , les enfants (1987), sobre su infancia, la amistad
y el horror de la guerra.
Chris Marker, que ya había hecho
una obra documental maestra con Lettre de
Sibérie (1957), con una mirada totalmente nueva y
bella sobre la subjetividad de lo que se muestra en cine, dirige
en 1982 Sans Soleil, una película
inteligente y sensible, que reflexiona sobre la imagen y cuestiona
sobre la humanidad y el poder.
Agnès Varda continúa
con brillantes y perdurables películas, como el drama Vagabonde/Sans
toit ni loi (1985), una alegoría de la lucha de la
mujer que quiere liberarse de las trabas sociales.
El georgiano Otar
Iosseliani se parece con su obra a Vigo, Rossellini, Tati,
McCarey, Renoir y a la nouvelle vague. Sus películas están
llenas de pasión por la vida, el amor y la amistad. Películas
como Les favoris de la lune (1984), La chasse aux papillons (1993), o Lundi matin (2002), son diferentes
y únicas.
Bertrand Tavernier, que tiene éxito
con Round midnight (1985), interpretada
por el saxofonista Dexter Gordon, dirige la película de cinema-verité
puro L-627 (1991) y Hoy
empieza todo (2000).
Jean-Jacques Beineix logra con 37º2
le matin (1986) hacer una película muy buena sobre
una abrasadora relación amorosa y un reflejo pesimista de
la generación perdida de los 80, rodada con el estilo de
los vídeo clips y la publicidad.
Junto a los veteranos, hay OTROS DIRECTORES
que, sin crear una línea de grupo o de movimiento, hacen
buenas películas que interesan por varios motivos. Algunos
como Jean Jacques Annaud y Luc
Besson son muy comerciales. Otros son más impresionantes,
controvertidos o innovadores con sus temas y sus estilos, siendo
merecedores de que se sigan sus pasos: Raúl
Ruiz, Leos Carax, Claire Denis, Bruno Dumont, Olivier Assayas, Agnès
Jaovi y Eric Zonca.
 |
Capítulo 5 y 10: Adiós muchachos.
|
|
|