Un marco de referencia para promover la inclusión
Entre las consideraciones que han contribuido a mejorar nuestra comprensión de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, está el que éste último difícilmente puede llegar a cobrar significado para los alumnos si al mismo tiempo estos no son capaces de atribuirle un sentido, esto es, de elaborar algún tipo de respuesta a preguntas del tipo: «¿Tengo alguna razón personal por la que considere que valga la pena aprender esto que me propone el profesor? ¿Me hace sentir bien esta tarea de aprender? ¿Cómo me están considerando los demás compañeros? (Miras, 2001). Entre las razones que, sin lugar a dudas, van a contribuir a que se considere que vale la pena aprender están las vinculadas a la creación de sentimientos de valía o estima, así como las relaciones de pertenencia y de participación a su grupo o al centro. Lo contrario, esto es, todo aquello que, como resultado de la forma de organizar la enseñanza y el aprendizaje, contribuya al desarrollo en determinados alumnos de sentimientos y situaciones de fracaso reiterado, aislamiento, marginación, minusvalía o de exclusión deben ser consideradas como barreras de primer orden para el aprendizaje. De ahí, como indicábamos en el epígrafe anterior, la importancia específica que se le atribuye a la participación como concepto aglutinador del papel que desempeñan los afectos, las emociones y las relaciones en la vida escolar de los alumnos.

Es más, cabría decir incluso que el concepto de participación – que nosotros compartimos y del que queremos hacerte partícipe – refleja algunos matices importantes que el propio concepto de inclusión a veces ensombrece. En efecto, como nos han hecho ver Black-Hawkins, Florian y Rouse (2007 pp 48-49) el término de inclusión, al igual que le ocurre al de integración, sugiere una cierta pasividad, en este caso diríamos que por parte de los miembros de una escuela, mientras que el de participación, refuerza la noción de un sentimiento activo de «unirse a». La inclusión puede hacer pensar en un sentido condicional: son algunos los que permiten a ciertas personas– incluso les animan – a estar incluidos. Por el contrario, la idea de participación es un derecho compartido por todos que, además, implica una responsabilidad recíproca.
La aceptación es la base para la participación. Fuente: Educación para la ciudadanía. Instituto de la Mujer (2007)
En todo caso el concepto de participación es complejo y también multifacético, de forma qué una buena definición o aproximación a estos significados múltiples, como la que nos proporciona el profesor Booth, resulta muy útil y necesaria para orientar nuestras prácticas educativas de forma coherente con ella:
«La participación en educación implica ir más allá que el acceso. Implica aprender con otros y colaborar con ellos en el transcurso de las clases y las lecciones. Supone una implicación activa con lo que se está aprendiendo y enseñando y cabría decir lo mismo con relación a la educación que se está experimentado. Pero la participación también implica ser reconocido por lo que uno es y ser aceptado por esto mismo. Yo participo contigo, cuando tú me reconoces como una persona semejante a ti y me aceptas por quien soy yo»
Booth (2002, p. 2)

Participación: Acceso, colaboración y diversidad
La definición del profesor Booth, ha permitido a su vez a Black-Hawkins, Florian y Rouse (2007) construir un Marco de Referencia para la Participación (Framework for Participación) que nos puede ayudar enormemente tanto a revisar nuestras prácticas (nuestras teorías implícitas en la acción), como a orientar y planificar procesos de mejora dirigidos a mejorar tan importante dimensión del proceso de inclusión.
Conforme a ello, el citado marco se estructura en tres secciones que se centran respectivamente en las siguientes variables o parámetros:
- Participación y acceso, que ellos resumen con la idea de «estar ahí».
- Participación y colaboración, que ellos resumen con la idea de «aprender juntos».
- Participación y diversidad, que ellos resumen con la idea de «reconocimiento y aceptación»
En el siguiente recuadro se presentan los elementos nucleares de este Marco para la Participación, junto con preguntas clave para poder llevar a cabo una reflexión de la realidad de cada uno en relación con este complejo proceso que llamamos participación. Si fuera el caso, resulta también un instrumento muy útil para la indagación o la investigación colaborativa y, de hecho, esa fue la finalidad que le dieron sus autores con vistas a que les sirviera de guía en el estudio de casos que llevaron a cabo y que explican en la obra citada.
SECCION 1. PARTICIPACIÓN Y ACCESO. «Estar ahí»
Variables a analizar
Acceder a la escuela.
Estar en la escuela.
Acceder a los diferentes espacios y lugares de la escuela.
Acceder al currículo.
Preguntas
¿A quién se le da acceso a la escuela? ¿Quién se lo da?
¿A quién se le niega el acceso a la escuela y por quién?
¿Cuáles son las políticas, las prácticas y la interacción entre ellas que promueven el acceso?
¿Cuáles son las políticas, las prácticas y la interacción entre ellas que se configuran como barreras para el acceso?
¿Por qué dentro de la cultura de la escuela (valores y concepciones) se favorece el acceso de determinados alumnos? ¿Y por qué se dificulta o deniega a otros el acceso?
SECCION 2. PARTICIPACIÓN Y COLABORACIÓN. «Aprendiendo juntos»
Variables a analizar
Aprender junto con otros estudiantes.
Apoyar a las estudiantes para que puedan aprender juntos.
Trabajo colaborativo entre el profesorado.
Trabajo colaborativo entre la escuela y otras instituciones.
Preguntas
¿Quiénes aprenden juntos en esta escuela? ¿Quiénes no lo hacen?
¿Cuáles son las políticas, las prácticas y la interacción entre ellas que promueven la colaboración?
¿Cuáles son las políticas, las prácticas y la interacción entre ellas que actúan como barreras contra la colaboración?
¿Por qué dentro de la cultura de la escuela (valores y concepciones) algunos alumnos/grupos aprenden juntos? ¿Y porqué hay barreras (y cuales son), para que determinados alumnos o grupos de alumnos aprendan juntos?
SECCIÓN 3. PARTICIPACIÓN Y DIVERSIDAD. «Reconocimiento y aceptación».
Variables a analizar
Reconocimiento y aceptación del alumnado por parte del profesorado.
Reconocimiento y aceptación del profesorado por parte del propio profesorado.
Reconocimiento y aceptación de los estudiantes por los propios estudiantes
Elementos y preguntas del Marco para la Participación (Black-Hawkins, Florian y Rouse (2007. pp 52)

Preguntas |
Respuestas |
¿Cómo se desarrollan los procesos de participación en mi centro? |
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¿En qué aspecto (sección) son necesarios más cambios? |
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¿Cuál de los cambios necesarios sería susceptible de concitar los mayores acuerdos para poder proponer algunas mejoras al respecto? |