Historia > Años 60 y 70 > Francia

Céline et Julie vont en bateau. RivetteLos cuatrocientos golpes Al final de la escapadaLos primos
Hirosima, mon amour Cronique D'un ÉtèLes parapluies de Cherbourg Cléo de 5 á 7 Les AmantsLancelot du LacJonás, que tendrá 25 en el año 2000. Tanner La dentellier. 1977. Goretta

Agrupados en torno a la revista Cahiers du Cinéma, un grupo de jóvenes intelectuales, impetuosos y con un gran amor por el cine, se enfrenta al cine francés imperante de fuerte carga literaria. Desde esta revista, critican la sumisión del cine francés a la literatura, rechazan la dominación ejercida por los productores sobre la obra cinematográfica y reivindican la figura del autor como primera y más importante entidad creadora del film. Fieles admiradores de Hitchcock, de Ford y de tantos otros directores, estos jóvenes proclaman la grandeza del cine americano, del que destacan el carácter "anti-intelectual" de sus westerns y de sus musicales. Pero frente a la rígida organización de los estudios de Hollywood, estos jóvenes plantean nuevos métodos de producción, con presupuestos muy reducidos, que les permiten acceder a la industria por sus propios medios.

Al nuevo grupo de jóvenes pertenecientes al círculo intelectual de la revista Cahiers du Cinema, se les conocerá como la Nouvelle Vague y éstas son algunas de las características de sus películas:

- bajo presupuesto
- rodaje en exteriores en París y con pocos medios técnicos
- uso de cámaras ligeras para rodar en mano y con libertad
- cambio en la fotografía con movimientos novedosos
- tomas largas al estilo de Preminger o Mizoguchi
- personajes sin rumbo ni expectativas
- momentos de improvisación de rodaje y de los actores
- montaje discontinuo
- planos-homenaje a otros autores

Los directores de este movimiento son:

- Jacques Rivette, con una primera película hermosa, París nous appartient (1960). Luego será un director minoritario y marginado por los circuitos de distribución, a pesar de sus películas muy buenas.

- Claude Chabrol, Los primos (Les cousins, 1959).

- FranÇois Truffaut, que con Los cuatrocientos golpes (Les quatre cents coups) gana el Gran Premio del Festival de Cannes en 1959.

- Jean Luc Godard, el más subversivo y antiacadémico del grupo, que en 1959 hace Al final de la escapada (A bout de souffle) rompiendo todos los moldes e iniciando un nuevo lenguaje.

- Eric Rohmer, comienza como uno de los más cualificados del grupo, pero hará una obra muy personal y coherente, fiel a un estilo propio admirable y maravilloso. Ma nuit chez Maud 1969, y Le genou de Claire (1970), serán seguidas de peliculas modernas y con vigencia todavía hoy.

-y Alain Resnais, Hiroshima, mon amour (1959). Después de esta extraordinaria película, seguirá con un estilo hermético e insólito pero de gran impacto: L´année derniére à Marienbad (1961), La guerre est finie (1966), Je t´aime, je t´aime (1968), etc.

El guión de Hiroshima, mon amour lo escribe Marguerite Duràs, que también dirige películas basadas en sus propias novelas. En ellas reta el modo convencional de narrar y busca nuevos caminos de comunicación desde la idea de que esto lo lograrán las mujeres, frente a la clásica dominación de los hombres. En la lírica India Song (1975), la banda de sonido cobra tanto interés como la de las imágenes al experimentar con el contrapunto, separándolas por completo.

Los directores de la nueva ola llevan a cabo una verdadera renovación del lenguaje cinematográfico. A ellos se debe el concepto de cine de autor.

Pero en su evolución, los directores de la nueva ola francesa adoptan rumbos distintos, sobre todo a raíz de la crisis política de mayo de 1968. Frente a Jean Luc Godard, el más radical del grupo, que pasa una época de cine combativo de militancia marxista-leninista de muy escasa difusión, otros optan por integrarse dentro de las estructuras tradicionales de la industria del cine. Es el caso de Claude Chabrol y de François Truffaut. Chabrol inicia con La mujer infiel (Le femme infidèle, 1968) una etapa de películas policíacas como El carnicero (Le boucher, 1969), Relaciones sangrientas (Les nouces rouges,1972), e Inocentes con las manos sucias (Les innocents aux mains sales, 1975).

Desde planteamientos menos radicales que los de Godard, una serie de cineastas, bajo el impacto de la crisis de mayo del 68, inician un ciclo de películas de carga política en las que se recuperan episodios históricos recientes. Tal es el caso de Z (Z ou l`anatomic d`un assassinat,1968), cuyo guión de Jorge Semprún, se inspira en el asesinato del político griego Gregorios Lambrakis, en 1963, por elementos de la extrema derecha, y Estado de sitio (État de siège,1972), sobre la guerrilla en Montevideo, ambas dirigidas por el director de origen griego Constantin Costa-Gavras. También Louis Malle refiere acontecimientos históricos en Lacombe Lucien (1973), y causa polémica en Francia al presentar la cara opuesta de las versiones heróicas del pueblo durante la ocupación alemana.

Al margen de la Nueva Ola, hay también otros buenos directores:

-Jean Rouch es uno de los más importantes documentalistas de la historia del cine, Cronique d´un étè (1961).

-También Chris Marker comienza como documentalista pero después se vuelve experimentador en películas como Lettre de Sibérie (1958) y La Jetée (1964).

-Jacques Demy, con el maravilloso y melancólico cuento de hadas musical Les parapluies de Cherbourg (1964), y con una de las mejores películas musicales, Les demoiselles de Rochefort (1969).

En Les parapluies de Cherbourg es actriz Agnès Varda que se había adelantado a la nueva ola con La pointe courte (1956). En 1962 realiza Cléo de 5 à 7, en la que la acción se desarrolla en el tiempo de la proyección. Cineasta que mantendrá propuestas feministas en obras como Una canta, la otra no (1976), y Sin techo ni ley (1985).

-Louis Malle, con Les amants (1958) y Le feu follet (1963). Mas tarde realizará obras maestras como Au revoir les enfants (1987).

-Jean Eustache, es renovador y personal en el importante drama sicológico y social La Maman et la putain, 1973.

- Robert Bresson, gran creador de obras geniales, independiente, de estilo depurado y conciso, trabajando al margen de las modas. Ya había realizado obras maestras como Un condamné à mort c´est échappé (1956), y en este período hará por ejemplo Au hasard Balthazar (1966), y más tarde Quatre nuits d´un rêveur (1971), o Lancelot du Lac (1974).

Paralelamente, y como consecuencia de la nouvelle vague surge en Suiza "el grupo de los cinco", cuyos representantes más importantes son Alain Tanner y Claude Goretta, con las características de la nueva ola y del free cinema.

Capítulo 5: Lenguaje; La noche americana (y Capítulos 9 y 12).

Capítulo 11: "Los movimientos"; Al final de la escapada; Jules et Jim.