Algunos directores del movimiento neorrealista como
Roberto Rossellini y
Luchino Visconti continúan
con obras menos realistas, mientras que otros como
Federico Fellini, Michelangelo
Antonioni y Pier
Paolo Pasolini, parten de los principios y estilos
del neorrealismo antes de encontrar su voz personal.
Así, Antonioni
se convierte en uno de los directores más discutidos de su
tiempo. Realiza la impresionante Il grido
(1957), con temas relacionados con la vida obrera. En sus siguientes
polémicas películas parece preocuparse más
por la composición y la fotografía que por sus personajes
burgueses, sumidos en la incomunicación, el aislamiento y
el tedio: L´aventura (1960),
La notte (1961) y L´eclisse
(1962). Su enorme prestigio le lleva al Reino Unido, donde dirige
Blow Up (1967), y después
a Hollywood, donde realiza, en 1970, Zabriskie
Point, retrato de la comunidad hippy norteamericana, que
plantea una crítica penetrante a la sociedad de consumo.
Frente a estos retratos de la burguesía, Pier Paolo Pasolini sigue la línea
postneorrealista, mostrando la falta de oportunidades para el subproletariado
y para la mujer en particular. Después, su obra es más
polémica, de cine-poesía, como Uccellachi
Uccellini (1996) y la personal, lírica, freudiana
y cargada de erotismo y de símbolos religiosos, Teorema
(1969). Otras obras de Pasolini son: Mamma
Roma (1963), sobre ambientes y tipos del subproletariado
italiano, El evangelio según San
Mateo (1964), Edipo re (1967),
y Medea (1970), y la adaptación
de cuentos clásicos El Decamerón
(1971), Los cuentos de Canterbury
(1972), y Las 1001 noches (1973).
Entre los jóvenes realizadores destaca la figura de Bernardo
Bertolucci con la virtuosa Antes
de la revolución (Prima della
revoluzione, 1964), la interesante La
estrategia de la araña (1970), y la polémica El último tango en Paris (1972). También polémica es la película del
veterano Marco Ferreri, La
gran comilona (La grande bouffe,
1972), una desenfrenada sátira de la sociedad de consumo.
En este período hay en Italia
otros directores con excelentes obras como:
Dino Risi
con La escapada (Il
sorpaso, 1962) y Perfumo di donna,
1974. Alberto Lattuada con La
Mandrágola, 1965. Ermanno Olmi
con películas contemplativas de la realidad, El
empleo (Il posto, 1961) y
El árbol de los zuecos, 1978.
Y Lina Wertmuller con películas
comprometidas y críticas, Mimi metallúrgico
ferito nell´onore, 1971 y Film
d´amore e d´anarchía, 1972.
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Capítulo 2: Salvatore Giuliano, 1961 de Francesco Rosi.
Capítulo 4: El último tango en París.
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