Fases de la aplicación
En todo momento, el carácter del Index es flexible, ya que se va construyendo sobre la base del conocimiento de todos los miembros de la comunidad educativa y se adapta a las circunstancias específicas de cada centro. El proceso de trabajo propuesto en el Index se secuencia en cinco etapas.
Fases de aplicación del Index (Fuente: Tomado de Booth y Ainscow, 2000)
La primera etapa es el inicio del proceso en el cual se constituye un grupo coordinador. Frecuentemente está compuesto por aquellos miembros del centro escolar que voluntariamente desean impulsar el proceso de innovación, que pueden ser asesorados por miembros de la universidad, asociaciones, etc. y que conocen los materiales del Index.
El grupo coordinador trabaja junto con el equipo docente, los miembros del consejo escolar, el alumnado y las familias en el análisis de todos los aspectos del centro educativo, identificando barreras al aprendizaje y la participación y definiendo prioridades tanto para las fases de desarrollo como para el seguimiento del plan de mejora.
La segunda etapa constituye una fase de análisis en la cual se valora la situación real del centro educativo por medio del conocimiento del profesorado, del alumnado y de las familias. Se deciden aquellos aspectos de la comunidad escolar que pueden ser susceptibles de mejora.
En la tercera etapa se elabora un plan de mejora para posteriormente implementarlo y evaluarlo en las dos fases siguientes (4º y 5º etapas).
La implantación de las cinco fases mencionadas suele durar aproximadamente un curso escolar, aunque debido a la flexibilidad de los materiales puede ser proyectado durante periodos de tiempo más largos.
El material puede ser utilizado de diversas maneras y en algunos centros se trabaja en colaboración con diferentes servicios o equipos de asesoramiento. Además, algunos aspectos de los materiales pueden usarse como base del trabajo con grupos de docentes o con miembros de los consejos escolares con el objetivo de crear conciencia sobre la necesidad de apostar por una educación inclusiva. De esta manera, posteriormente podría llegarse a un mayor compromiso con estos materiales y con la tarea de mejorar la respuesta educativa del centro en relación con la diversidad de alumnos que aprenden.
Se equivocaría quien pensara en el Index como una herramienta acabada o cerrada, con las respuestas adecuadas al reto de la diversidad.Compartimos la opinión que expresaba un experto investigador en biología molecular que decía que «cuando uno da con la pregunta adecuada ante un determinado problema, ya tiene parte de la respuesta». Nuestra experiencia de trabajo, aunque todavía incipiente, nos hace ver que el Index aporta muchas preguntas adecuadas a la tarea de avanzar hacia una educación de calidad para todos y con todos y que, por lo tanto, quienes estén dispuestos a formulárselas tiene ya recorrido un trecho importante de ese camino.
Es nuestro convencimiento y el de aquellos que ya se han puesto en marcha con la ayuda del Index que, si a la utilización de este instrumento se le une la determinación para vencer las resistencias al cambio, el camino hacia la meta de una escuela para todos y con todos será menos arduo de lo que imaginamos.